
Cómo manejar la culpa en un proceso de duelo
Ante la imposibilidad de remediar un daño o enfrentarse a un hecho irreversible como es la muerte, la culpa puede estar presente generando sentimientos de tensión, arrepentimiento, remordimiento e incluso la autoculpa, que implica la atribución a uno mismo de la responsabilidad de la muerte del ser querido o el reconocimiento de no haber cumplido con las expectativas internas en relación con su fallecimiento.
Las razones por las cuales una persona en duelo puede sentirse culpable son varias, como no haber podido evitar la muerte, no haber disfrutado lo suficiente mientras la persona estaba viva, no despedirse como hubiera querido, no haber resuelto las diferencias antes de su muerte e incluso, continuar con la vida después de su partida. En la pandemia, muchas personas también tuvieron que lidiar con la culpa de haber contagiado a algún familiar y a causa del covid haber fallecido.
Aunque sea un sentimiento desagradable para quien lo vive, la culpa durante el duelo también tiene una función adaptativa que será primordial para transitar el dolor por la partida del ser querido. Tras la muerte de un ser querido, sentirse culpable puede aportar una falsa sensación de control al pensar que si se hubiera actuado diferente, el desenlace habría sido otro, siendo un pensamiento irracional que debe identificarse, analizarse y gestionarse hacía la resolución, entendiendo que ante la condición inevitable de la muerte no se tiene el control, ni es posible predecir el momento en el que puede llegar a suceder.
En caso de duelo, la culpa está asociada con una responsabilidad desproporcionada y/o irracional en relación con la muerte de su ser amado, que puede verse incrementada de acuerdo a factores como el tiempo transcurrido, la causa del fallecimiento y la edad.
Cabe anotar que en la mayoría de los procesos de duelo la culpa está presente en las fases iniciales sin que esto sugiera que sea patológico ya que hace parte natural de las sensaciones producidas por el impacto de la pérdida. No obstante, se hace imperioso gestionar, elaborar y tramitar la culpa para que no haga parte de una complicación en la adecuada elaboración del proceso de duelo.
Procesando la culpa
Teniendo en cuenta que la culpa implica el deseo de compensar al ser querido por lo que no se le pudo dar o por lo que faltó, ya sea real, irreal o injustificada, es necesario que la persona encuentre herramientas para expresar, analizar y gestionar la culpa en un proceso de duelo de tal manera que el resultado permita recolocar al ser querido desde el amor, en un proceso de aceptación, perdón y agradecimiento.
Para procesar la culpa, algunas de las recomendaciones por parte de expertos en manejo de duelo incluyen:
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- Reconocer y aceptar la culpa como un sentimiento normal luego de una pérdida de un familiar.
- Identificar y mencionar abiertamente qué de los aspectos que hacen sentir culpa son injustificados y fuera del control, y así gestionarlos.
- Manejar los “si hubera” y el remordimiento por aquello que quedó pendiente y realizar una actividad en memoria de la persona que permita liberar esa carga pendiente.
- Verbalizar y realizar un proceso hacía el perdón propio, del fallecido y otras personas involucradas, sí hay lugar a ello.
- Hablar con un profesional en el manejo del duelo acerca de las emociones que acompañan la culpa. Poder verbalizar los sentimientos, dudas y temores, a alguien que esté libre de juicios, traerá alivio emocional. Conéctate con los talleres de apoyo psicológico con profesionales en el manejo del duelo de memorias.com.co. Conoce más información aquí.
- Admitir las limitaciones. Como seres humanos, no podemos hacernos responsables de situaciones que se salen de control. Reconocer que no siempre se podrá anticipar los peligros o intuir futuros peligros que eviten la muerte del ser querido.
- No aceptar juicios ni culpas de parte de otros. Hablar y aclarar malentendidos de otras personas que, buscando respuestas para sí mismas, puedan inculpar por lo sucedido.
Si es posible, buscar la manera de enmendar el error. Una forma de convertir la culpa en responsabilidad, es tomar acción para minimizar la pérdida. Indemnizar a los afectados en caso de accidente, realizar actos solidarios en favor de una comunidad o realizar una donación a una fundación según los intereses del ser querido que partió, ayudarán trayendo alivio emocional. Conoce diferentes opciones de ayudar a una familia apoyando una causa benéfica que siembre esperenza en memorias.com.co